Que Profunda Emoción! (pasajera)

Hice un viaje corto a la provincia de Inhambane, para visitar algunos centros de salud. Ya no más aviones, por suerte. Estos son rápidos y seguros, pero no sentís que estas conectado con el país. Te sentís haciendo negocios. Si no te ofrecen frutas o legumbres por dos mangos cada 5 minutos, entonces no estás en África. Además tengo una camionetita alucinante, compacta y veloz, de nombre más que agradable, Pajero Jr. Cayó el sol conmigo en la ruta, en el culo del mundo, a miles de kilómetros de mi Florida en Zona Norte y debo reconocer que me deprimí un poco.
Que placer! Que bien me pegó ese bajón.

Al llegar tuve una entrevista con el director provincial de salud, el Dr. Noe, que no solo dio la bienvenida a ARK y agradeció su iniciativa, sino que también abrió su corazón, fuck! Cuando le pregunté en que área nos imaginaba más útiles, definitivamente ''niños, se nos están muriendo los niños, imagínese doctor un país sin niños, ayúdenos''. Y se secó las lágrimas. Imposible no emocionarse, es raro ver políticos hablar de esa manera. De todos modos, cuando fuimos a los papers, carajo mierda, me faltaba la papeleta rosada, que me dejé en la oficina de Maputo. No hubo caso, no pude hacerle entender que la burocracia pedorra atenta contra las buenas intenciones, además de consumir litros y litros de nafta. Me mandó a dar vueltas por el distrito de Zavala, el más complicado según sus análisis, pero sin derecho a hablar con los enfermeros de los centros de salud. También me negó sus estadísticas, por las cuales tengo que volver la semana próxima. Puedo ser tan fucking naive a veces, pero me chupa um ovo (me chupa un huevo), hasta ahora el balance es (+).

Todavía conmovido y medio molesto por mi encuentro del día anterior con el Dr. Noe, volví a Maputo. Al pasar por una iglesia que había llamado mi atención durante la ida, decidí parar pra tirar umas fotos. Mientras disparaba se acercaron dos niños, ''voce gosta de nossa igreja?''. ''Claro, e muito bonita!''
''Voce quer conhecer a por dentro?''
Y entramos a la iglesia los tres. Ni un alma, todo en silencio. Nos sentamos en el piso y falamos unos minutos en susurros. Totalmente seguro de si mismo, el pibe me llevó por las escaleras a conocer el lugar donde se ubica el coro durante las ceremonias, y pidió a la nena que hiciera de campana. El orgullo que estos pibes sienten por lo único lindo y entero que tiene su aldea es inmenso.
Entao en que quedamos, Noe?

No hay comentarios: